Fernando Thompson

Sin lugar a duda, Internet se ha convertido en un elemento fundamental para nuestra vida, pero ¿realmente nos hemos puesto a pesar cuál es el impacto ambiental del Internet?  Parecería muy lógico pensar que Internet nos ayuda a reducir el consumo de recursos; por ejemplo, porque no gastamos en papel, pero no es así. Cada minuto se envían más de 40 millones de mensajes por WhatsApp, se visualizan 4.3 millones de videos en YouTube y se realizan 6 millones de búsquedas en Google, entre muchas otras actividades que suceden en Internet, y año con año los números aumentan. El que la Internet se mantenga funcionando en todo el mundo, equivale a que se generen más de 30 mil toneladas de dióxido de carbono cada día. Cada dispositivo, cada servidor y cada equipo de cómputo que se conecta a Internet contribuye a este impacto negativo para nuestra atmosfera. En otras palabras, subir la foto del día a Instagram, almacenar archivos en la nube, ver películas en Netflix o contestar tus correos electrónicos, genera una demanda de energía bastante elevada.