Señor Jesús, tu eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada
por la violencia y dispersa
Por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones
de quienes nos gobiernen.
Toca el corazón de quienes olvidan que
somos hermanos y provocan sufrimiento
y muerte. Dales el don de la conversión.
Protege a las familias, a nuestros niños,
adolescentes y jóvenes, a nuestros
pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables, sepamos ser
promotores de justicia y de paz, para que
en ti, nuestro pueblo tenga vida digna.
Amén.
Santa María de Guadalupe, Reina de la paz,
ruega por nosotros.