¿Para qué nos sirve esta época a los cristianos?.

La Iglesia nos propone cinco pasos  para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.
Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha realizado en nosotros.
1.   Examen de Conciencia.
Poniéndonos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños.
2.   Arrepentimiento.
Sentir un dolor verdadero por haber pecado ya que hemos lastimado al quien más nos quiere: Dios.
3.   Propósito de no volver a pecar.
Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.
4.   Decir los pecados al confesor.
El sacerdote es un instrumento de Dios. Que consiste en decirle al Sacerdote todos los pecados que hemos descubierto en el examen de conciencia.
·         Sincera sin querer engañar al Sacerdote, pues a Dios es imposible engañarlo.
·         Completa: sin callarse ningún pecado Humilde: sin altanería ni arrogancia
·         Prudente: que debemos usar palabras adecuadas y correctas y sin nombrar personas ni descubrir pecados ajenos
·         Breve: sin explicaciones innecesarias y sin mezclarle otros asuntos.
5.   Recibir la absolución y cumplir la penitencia.
Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por las faltas que cometimos. Es obligatorio cumplir la penitencia, porque es parte del mismo sacramento.
AYUDA PARA EXAMEN DE CONCIENCIA
I.            Revisar mi actitud y mis acciones u omisiones hacia Dios:
·         ¿Creo verdaderamente en Dios o confío más en brujerías, amuletos, supersticiones, horóscopos o «energías»?
·          ¿Amo a Dios sobre todas las cosas o amo más a las cosas materiales?
·         ¿Voy a Misa los domingos y trato de descansar ese día para dedicarlo a Dios?
·          ¿Me confieso y comulgo frecuentemente?
·          ¿Hago oración, entendida como un diálogo íntimo con Dios?
·          ¿He usado el nombre de Dios sin respeto? ¿Pido ayuda a la Virgen y al Espíritu Santo?
·          ¿Defiendo a la Iglesia y a sus representantes?
II.         Revisar mi actitud y mis acciones u omisiones hacia los demás:
·          ¿Trato bien a mi familia?
·          ¿Busco hacerlos felices o que se haga lo que yo digo?
·          ¿Los respeto o los maltrato?
·          ¿Trato bien a los demás?
·          ¿Soy justo con todos?
·         ¿Ayudo a los necesitados?
·         ¿He matado, robado o mentido?
·         ¿He hecho daño a alguien?
·          ¿Acostumbro hablar mal o pensar mal de los demás?
III.       Analizar mi actitud y mis acciones u omisiones hacia mí mismo:
·          ¿Lucho por ser mejor cada día?
·          ¿He controlado mi carácter?
·          ¿He respetado mi cuerpo y el de los demás?
·          ¿He alejado de mi mente los malos pensamientos?
·          ¿He sido fiel en mi matrimonio?
·          ¿He sido leal a mis amistades?
·         ¿Siento envidia de los demás, por lo que son o lo que tienen?