La maldita piratería en México

Ahora Piratas de Libros 

Quizá por mis mismo principios y valores o porque mi Papá es cantante y parte del ingreso familiar venían de las regalías de sus creaciones y producciones discográficas siempre he estado y estaré en contra de la piratería. Prácticamente en todos lados (en la calle, mercados, plazas, el metro, etc.) suelen ofrecerse discos compactos de música pirata: recopilaciones de artistas o géneros, algunas veces preparados para épocas especiales, ahora también ofrecen libros y descaradamente anuncian tres mil títulos para leer en su computadora, “¡llévese la biblioteca virtual!”

Entre las obras que se pueden leer desde ese formato se en encuentran Cien años de soledad, La Guerra de los mundos, Como agua para chocolate, Crepúsculo, La divina comedia, El Popol Vuh y hasta el clásico Álgebra de Baldor; eso sí, con una leyenda que reza “producto intelectual protegido a favor de su productor”.
Cifras en papel y virtuales

No suelen actualizarse las cifras con la continuidad necesaria; en la Cámara Nacional de la industria Editorial Mexicana (Caniem), por ejemplo suelen presentar indicadores del estado de la industria a fines de un año, pero con respecto a los resultados, del año anterior: a fines de noviembre pasado  dieron a conocer datos de 2010, bajo el argumento de que se trata de números concretos, no de estimaciones.

Asi, durante ese periodo la industria editorial privada manufacturó poco más de 129 millones de libros que representan alrededor de 25,000 títulos, de los cuales 36%  fueron novedades, que registraron un  incremento de 47% respecto a 2009, aun cuando las reimpresiones también aumentaron en un 30%.

Lo mismo sucede en el mundo digital cuando se refieren a los libros: en el primer Simposio Internacional del libro Electrónico. Hugo Setzer Letsche, vicepresidente de la Caniem, señaló que la piratería de libros en formato digital en México aumentó 252% en 2010, al sumar 88 millones de descargas ilegales contra las 25 millones de un año antes.

En lo que sí están actualizados es en el convencimiento de que esta forma de piratería comienza a crecer de manera alarmante, más allá de los programas que surgen para hacer descargas de manera legal, incluso con el gradual, aunque lento, desarrollo de los lectores electrónicos.

Más de 86% de los 30 millones de usuarios de internet que hay en México realiza descargas ilegales de canciones, videos musicales películas, series de televisión, imágenes y libros electrónicos, lo cual representa un incremento de 230% en la descarga de contenidos ilegales sólo de 2009 a 2010. Me da pena que tengo amigos bien preparados, que cuando les he dicho: “Vas a comprar la película” me contestan “hay que ternura!”; en verdad hay que cambiar la mentalidad y la cultura.

A partir de sus propias estimaciones, se calcula que el costo anual de esta forma piratería en México supera los 156 millones de pesos, en un país donde el sector cultural participa con 6% del producto interno bruto (PIB).

Las fotocopias

Uno de los problemas que no ha dejado de preocupar a los a editores privados en México se refiere a la reprografía, mediante la cual se copian documentos, cartas y, en general, todo tipo de textos, así como las imágenes que aparecen en ellos, aun cuando “al fotocopiar total, e incluso parcialmente, libros, revistas, periódicos y demás material protegido por el derecho de autor, se incurre en una práctica ilícita que genera grandes pérdidas económicas y daño moral a los autores y/o titulares de los derechos de propiedad intelectual sobre esas obras”, de acuerdo con el Centro Mexicano de Protección y Fomento a los Derechos de Autor (Cempro).

A partir de sus estudios, se calcula que en México se efectúan, al año, alrededor de 5 mil millones de fotocopias de material protegido por el derecho de autor, sobre todo obras literarias, aunque es necesario recordar que suelen incluir imágenes, con lo que también se atenta contra obras gráficas.

“Si cada libro fotocopiado tuviera 250 páginas, el fotocopiado realizado equivaldría a 20 millones de libros. Si cada libro costara en promedio ciento cincuenta pesos, se tendría un total de tres mil millones de pesos”, según los estudios realizados por Cempro.
En el pasado, cuando se hablaba de piratería

De libros se hacía referencia a una práctica de producción física de las publicaciones de forma ilegal, más que a las nuevas formas que comienza a adquirir. Sin embargo, se trata de un problema que no disminuye.

Estimaciones de la Caniem sitúan en 10% de lo que se producen en el mercado en esta forma de piratería: si en 2010 se editaron alrededor de 129 millones de libros, ello significa que casi 13 millones se mueven en el mercado ilegal, lo que genera pérdidas para los autores por más de 117 millones de pesos sólo por conceptos de regalía.

Con precios entre 20% a 50% menores a los legales, entre los textos más vendidos en la piratería están best sellers, novelas y libros de autoayuda, principalmente en la Ciudad de México, en zonas como el Centro Histórico, Balderas, Niños Héroes, Hospitales de Tlalpan, puestos de periódicos y afuera de las estaciones del Metro, y otros lugares similares en Guadalajara y Monterrey.

Me da lastima ver que es un problema que podemos resolver nosotros y no las autoridades dejando de comprar pirata y respetando el trabajo de los demás, con economías de escala, yo cálculo que si compráramos el 100% de libros, música y películas los costos de venta se reducirían hasta en un 50% por economías de escala y existiría mayor oferte de títulos o películas.

330.6 millones de unidades (digitales y físicas) fueron vendidas en el 2011, frente a 326.2 millones en 2010. Esto representa un aumento del 13%, cuando pudo ser del 85%.

3.9 millones de CD’s se vendieron en el 2011. Eso es 11 millones de ventas más que el record anterior, establecido en el 2010.

103.1 millones de álbumes se vendieron en formato digital (descargas legales) en el 2011. Eso es 19.5% más que en 2010. Los tracks pasaron de 1,172 millones a 1,271 millones.

De las cosas que más admiro de las que hizo Steve Jobs, fue que revoluciono la venta de la música digital y literalmente ayudo a salvar una industria que estaba siendo comida por esta enfermedad cultural que denominamos simplemente piratería.

Chiste final

El otro día iba llegando tarde a una importante sesión de consejo y no encontraba estacionamiento… Levante los ojos al cielo y dije:

– «Señor, por favor consígueme un Estacionamiento y te prometo que iré a Misa todos los domingos del resto de Mi vida, dejo las Putas y El Pedo  y jamás en mi vida me tomo otro trago…!!! y además  ya  no me acuesto  
con mi secretaria que además es casada??¡?¡?»
Milagrosamente apareció un lugar para estacionar, entoces me estacione

y Dije:

– ‘Ya no te preocupes Señor, ya encontré uno’

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