Siempre he sido deportista, sin embargo aunque amo el basket y el golf, ninguno se compara con el Fútbol Americano como disciplina y analogía con la vida, por eso desde que mis hijos eran muy pequeños se los he inculcado a la fecha.
La mejor herencia para un hijo son los valores y la educación.
El Partido más importante
Toma el balón hijo, y te nombro quarterback de tu equipo en el juego de la vida; soy tu coach y te la doy tal como es, solo hay un calendario de juegos: dura toda la vida y es un solo juego.
Es un largo partido, sin tiempos fuera de situaciones, tú juegas el partido entero toda la vida. Tendrás una gran backfield y mandarás señales, pero tus otros tres compañeros, atrás de la línea, también tienen gran prestigio, se llaman fe, esperanza y caridad.
Jugarás detrás de una línea verdaderamente poderosa. De un extremo a otro de ella se hallan: honestidad, lealtad, devoción al deber, respeto a ti mismo, estudio, limpieza y buena conducta.
Los postes de gol del campo son las perladas puertas del cielo; Dios es el réferi y único árbitro; ÉL hace todas las reglas y no hay apelación contra ellas.
Hay 10 reglas básicas, tú las conoces como los Diez Mandamientos y las aplicas estrictamente de acuerdo con tu propia religión. Hay también una regla fundamental: lo que tú quisieras que otros hicieran por ti, hazlo tú por ellos.
En este juego, si llegas a perder el balón, pierdes también el juego. Aquí está el balón, es tu alma inmortal, estréchala contra ti.
Ahora, hijo: ¡sal al campo y veamos que puedes hacer con ella!
Vince Lombardi


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